He abierto mis ojos tras siglos de sueños que han perseguido a mi mente convertida en un negro abismo en el que tiempo no ha hecho mella...Incólume mi memoria me recuerda quien soy...O que soy...Un atisbo de duda queda impreso en mi cerebro mas al caminar hacia el viejo espejo que ha guardado mi imagen durante siglos hace que me cerciore por completo sobre mi origen...El enorme y pesado espejo descansa eternidades...Es valioso en su esencia y en su estilo...Marco dorado que yace ocre por el tiempo acariciado por las hiedras que se arrastran tejiendo historias en su entorno al igual que sobre mi tétrico ataúd en que han descansado mis sueños y mis huesos...Bien podría llamarse cofre porque a ellos se asemeja..A esos hermosos cofres que en su interior guardan preciosas y costosas joyas sobre delicados terciopelos...Solo mis pasos dejan una huella sobre el polvo acumulado durante siglos en lo que ha sido mi cripta ya que los seres que custodian mi sueño no dejan huella en su camino...Un casi imperceptible perfume irrumpe en mis sentidos provocando en mi un grato sentimeiento...Un hermoso recuerdo ...Y observo lo que yace entre mis manos...Una hermosa rosa en los mas perfectos tonos azules ...Casi negros...Una joya entre mis blancas manos...Y ya mi mente comienza a recordar...Corro hacia los grandes ventanales del castillo que tantas veces han recordado mi oscura figura...Mis ojos se dirigen hacia el cielo casi desesperadamente llegando a mi ese extraño sentimiento...Soy feliz al guardar en mis ojos ese reflejo...Esa luna de plata que custodió mi sueño...
Autor: Maharet Reina Madre
